Si observamos día a día el sector
de la musculación a través de redes sociales como Facebook, Twitter o YouTube, podemos
darnos cuenta que la suplementación en el deporte está dando un importante
‘boom’ en el mundo. Ya no solo es el culturista el único deportista que compra
botes de whey protein, de vitaminas o de ácidos grasos. Cualquier deportista y
cualquier persona sedentaria que quiera empezar a ponerse en forma, se hace de
un suplemento para intentar mejorar su físico o su rendimiento. Este negocio
aflora cada día más y los resultados son visibles: muchísimas marcas de
suplementación y eventos deportivos por todo el mundo.
No seré mentiroso: decir que el
100% de las marcas de suplementación tienen buena fe y proporcionan calidad a
sus productos, es autoengañarse. Estos últimos años hemos sido testigos de
varios fraudes de tiendas y marcas de suplementación. Por eso es muy importante
investigar por cada rincón de internet qué esconde cada marca.
Pero vayamos al grano. Todas las
marcas de suplementación contienen en su repertorio diferentes quema-grasas con
ingredientes como la cafeína, el EGCG, L-Carnitina o CLA.

El CLA como suplemento ha estado muy diversificado en los últimos
años. De hecho, muchos preparadores lo tienen como indispensable en sus
alumnos, al igual que la L-Carnitina. Me gustaría comprenderlo, pero no hay una
sola evidencia científica que relacione el uso de CLA con pérdida de grasa en
sujetos con un índice de grasa corporal medio-bajo.

Qué
son los CLA
Los CLA son un tipo de ácido
graso linoleico (w-6) con un sistema de dobles enlaces conjugados, formando un
conjunto de 28 isómeros diferentes, entre ellos el ácido ruménico o el ácido
punícico. Se encuentran de forma natural en carnes y lácteos de rumiantes.

En 2008, la FDA aprobó los ácidos grasos CLA como
“ingrediente alimentario”, después de que
muchas empresas lácteas eliminasen su contenido en lácteos desnatados, por lo
tanto, pensaron que los ciudadanos ingerían muy pequeñas cantidades de estos
ácidos grasos por dicha causa.
Fuentes
principales de CLA en alimentos (según USDA)
También es importante tener en
cuenta la importancia de la alimentación
de los animales, y es que a más consumo de pastos por
parte de los animales, la cantidad de CLAs en los alimentos, aumenta. Un ejemplo son las leches pasteurizadas en la que las
vacas son alimentadas con pastos. La cantidad de CLA en estas leches es
significativa.
Suplemento
de CLA: pérdida de grasa
Antes decía que “no existe una
sola evidencia científica que relacione el uso de CLA con pérdida de grasa en
sujetos con un índice de grasa corporal medio-bajo”. Sin embargo, sí existen
evidencias que relacionan el consumo de CLA con pérdida de grasa en pacientes
obesos o con sobrepeso. Y aún así, no es nada reseñable. Lo cierto es que es
uno de los suplementos dietéticos más sobrevalorados del mercado, llegando a
ser una auténtica pérdida de dinero. En este caso, no se trata de
diversidad de opiniones, es que no existen investigaciones serias en humanos
que relacionen su consumo con menor índice de grasa en personas no obesas.
Es cierto que existe una vía por
la que se lleva a cabo la lipólisis, procedente de los receptores PPAR (Perixome Proliferator-Activated Receptors). A
través de estos receptores, los estudios realizados en personas obesas afirman
que existe pérdida de grasa al consumir CLA como suplemento. Y repito lo de
personas obesas, porque veremos que el efecto que tiene CLA sobre los PPAR es,
cuanto menos, pequeño.
Como podemos observar en este
estudio doble ciego controlado con placebo (“Conjugated
linoleic acid supplementation for 1 y reduces body fat mass in healthy
overweight humans”) publicado
en The American Journal of Clinical
Nutrition, a 180 sujetos con sobrepeso se les administró a dos de los
tres grupos, un suplemento de CLA. Efectivamente, se produjo una disminución de la masa grasa gracias a la
suplementación, ya que estos cambios no se asociaron con dieta ni ejercicio.
Al igual que en “Conjugated linoleic acid
(CLA) reduced abdominal adipose tissue in obese middle-aged men with signs of
the metabolic syndrome: a randomised controlled trial”, donde sujetos
obesos con síndrome metabólico fueron suplementados durante un mes con CLA (4
gramos), aunque los resultados no fueron demasiado aclaratorios: se
disminuyó la grasa abdominal, pero no la obesidad en general.
En 2007 se
realizó un meta-análisis en sujetos sanos, llamado “Efficacy of conjugated
linoleic acid for reducing fat mass: a meta-analysis in humans”. Se
encontraron 18 estudios para llevar a cabo el meta-análisis, llegando a la
conclusión de que existe una pequeñísima pérdida de grasa al suplementar con
CLA en comparación con placebo, pero nada importante. Pues imagínense en
alguien que esté a un 10-12% de grasa…
En “Conjugated linoleic acid
supplementation for 8 weeks does not affect body composition, lipid profile, or
safety biomarkers in overweight, hyperlipidemic men” tampoco hubo aumento
significativo de pérdida de peso en sujetos con sobrepeso a razón de 3’5 gramos
al día.
CLAs y salud
En cuanto a
temas de salud, los CLA han estado siempre relacionados con la
prevención del cáncer y enfermedad cardiovascular, aunque en esta relación no solo
hablamos de CLAs en forma de suplemento, sino también de los que están presentes
en alimentos.
Un ejemplo es “Conjugated linoleic acid
(CLA) up-regulates the estrogen-regulated cancer suppressor gene, protein
tyrosine phosphatase gamma (PTPgama), in human breast cells”, que concluye
que “el CLA en la dieta podría servir como agente quimio-preventivo
y quimio-terapéutico en cánceres de mama”, o este estudio en jóvenes
sedentarios que demuestra que después de una suplementación con CLA durante 8
semanas, mejoraron la sensibilidad
insulínica.
La bibliografía es extensa, pero
para nada veo necesario tener que comprar un suplemento de CLA para
‘aprovechar’ sus ventajas en la salud. No veo sentido alguno, ya que con una
buena dieta equilibrada, las ganancias en salud son idénticas.
Conclusiones
· Suplementar con CLA
en sujetos con un porcentaje de grasa corporal normal (15-20%) o bajo (8-12%)
con la intención de perder grasa, es totalmente
ineficaz, tal y como demuestran todos los estudios realizados en humanos y
animales. Existe una modesta relación, pero para nada significativa.
· Suplementar con CLA
en sujetos obesos o con sobrepeso con la intención de perder grasa
considerable, tiene algo más de sentido, aunque no hay evidencia suficiente para afirmarlo taxativamente, ya
que incluso hay estudios que contradicen dichas afirmaciones.
· Es, hoy día, uno de
los suplementos más sobrevalorados en la industria de la suplementación
deportiva. La realidad es que no existen motivos coherentes para llevar a cabo
su utilización.
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