viernes, 4 de diciembre de 2015

Si observamos día a día el sector de la musculación a través de redes sociales como Facebook, Twitter o YouTube, podemos darnos cuenta que la suplementación en el deporte está dando un importante ‘boom’ en el mundo. Ya no solo es el culturista el único deportista que compra botes de whey protein, de vitaminas o de ácidos grasos. Cualquier deportista y cualquier persona sedentaria que quiera empezar a ponerse en forma, se hace de un suplemento para intentar mejorar su físico o su rendimiento. Este negocio aflora cada día más y los resultados son visibles: muchísimas marcas de suplementación y eventos deportivos por todo el mundo.

No seré mentiroso: decir que el 100% de las marcas de suplementación tienen buena fe y proporcionan calidad a sus productos, es autoengañarse. Estos últimos años hemos sido testigos de varios fraudes de tiendas y marcas de suplementación. Por eso es muy importante investigar por cada rincón de internet qué esconde cada marca.
Pero vayamos al grano. Todas las marcas de suplementación contienen en su repertorio diferentes quema-grasas con ingredientes como la cafeína, el EGCG, L-Carnitina o CLA.




El CLA como suplemento ha estado muy diversificado en los últimos años. De hecho, muchos preparadores lo tienen como indispensable en sus alumnos, al igual que la L-Carnitina. Me gustaría comprenderlo, pero no hay una sola evidencia científica que relacione el uso de CLA con pérdida de grasa en sujetos con un índice de grasa corporal medio-bajo.

 Veamos qué son los CLAs y su relación –pequeña- con la pérdida de grasa y salud.



Qué son los CLA

Los CLA son un tipo de ácido graso linoleico (w-6) con un sistema de dobles enlaces conjugados, formando un conjunto de 28 isómeros diferentes, entre ellos el ácido ruménico o el ácido punícico. Se encuentran de forma natural en carnes y lácteos de rumiantes.




En 2008, la FDA aprobó los ácidos grasos CLA como “ingrediente alimentario”, después de que muchas empresas lácteas eliminasen su contenido en lácteos desnatados, por lo tanto, pensaron que los ciudadanos ingerían muy pequeñas cantidades de estos ácidos grasos por dicha causa.


Fuentes principales de CLA en alimentos (según USDA)


También es importante tener en cuenta la importancia de la alimentación de los animales, y es que a más consumo de pastos por parte de los animales, la cantidad de CLAs en los alimentos, aumenta. Un ejemplo son las leches pasteurizadas en la que las vacas son alimentadas con pastos. La cantidad de CLA en estas leches es significativa.


Suplemento de CLA: pérdida de grasa

Antes decía que “no existe una sola evidencia científica que relacione el uso de CLA con pérdida de grasa en sujetos con un índice de grasa corporal medio-bajo”. Sin embargo, sí existen evidencias que relacionan el consumo de CLA con pérdida de grasa en pacientes obesos o con sobrepeso. Y aún así, no es nada reseñable. Lo cierto es que es uno de los suplementos dietéticos más sobrevalorados del mercado, llegando a ser una auténtica pérdida de dinero. En este caso, no se trata de diversidad de opiniones, es que no existen investigaciones serias en humanos que relacionen su consumo con menor índice de grasa en personas no obesas.

Es cierto que existe una vía por la que se lleva a cabo la lipólisis, procedente de los receptores PPAR (Perixome Proliferator-Activated Receptors). A través de estos receptores, los estudios realizados en personas obesas afirman que existe pérdida de grasa al consumir CLA como suplemento. Y repito lo de personas obesas, porque veremos que el efecto que tiene CLA sobre los PPAR es, cuanto menos, pequeño.

Como podemos observar en este estudio doble ciego controlado con placebo (“Conjugated linoleic acid supplementation for 1 y reduces body fat mass in healthy overweight humans) publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, a 180 sujetos con sobrepeso se les administró a dos de los tres grupos, un suplemento de CLA. Efectivamente, se produjo una disminución de la masa grasa gracias a la suplementación, ya que estos cambios no se asociaron con dieta ni ejercicio.

Al igual que en “Conjugated linoleic acid (CLA) reduced abdominal adipose tissue in obese middle-aged men with signs of the metabolic syndrome: a randomised controlled trial”, donde sujetos obesos con síndrome metabólico fueron suplementados durante un mes con CLA (4 gramos), aunque los resultados no fueron demasiado aclaratorios: se disminuyó la grasa abdominal, pero no la obesidad en general.

En 2007 se realizó un meta-análisis en sujetos sanos, llamado “Efficacy of conjugated linoleic acid for reducing fat mass: a meta-analysis in humans”. Se encontraron 18 estudios para llevar a cabo el meta-análisis, llegando a la conclusión de que existe una pequeñísima pérdida de grasa al suplementar con CLA en comparación con placebo, pero nada importante. Pues imagínense en alguien que esté a un 10-12% de grasa…

En “Conjugated linoleic acid supplementation for 8 weeks does not affect body composition, lipid profile, or safety biomarkers in overweight, hyperlipidemic men” tampoco hubo aumento significativo de pérdida de peso en sujetos con sobrepeso a razón de 3’5 gramos al día.


CLAs y salud

En cuanto a temas de salud, los CLA han estado siempre relacionados con la prevención del cáncer y enfermedad cardiovascular, aunque en esta relación no solo hablamos de CLAs en forma de suplemento, sino también de los que están presentes en alimentos.

Un ejemplo es “Conjugated linoleic acid (CLA) up-regulates the estrogen-regulated cancer suppressor gene, protein tyrosine phosphatase gamma (PTPgama), in human breast cells”, que concluye que “el CLA en la dieta podría servir como agente quimio-preventivo y quimio-terapéutico en cánceres de mama”, o este estudio en jóvenes sedentarios que demuestra que después de una suplementación con CLA durante 8 semanas, mejoraron la sensibilidad insulínica.

La bibliografía es extensa, pero para nada veo necesario tener que comprar un suplemento de CLA para ‘aprovechar’ sus ventajas en la salud. No veo sentido alguno, ya que con una buena dieta equilibrada, las ganancias en salud son idénticas.



Conclusiones

·    Suplementar con CLA en sujetos con un porcentaje de grasa corporal normal (15-20%) o bajo (8-12%) con la intención de perder grasa, es totalmente ineficaz, tal y como demuestran todos los estudios realizados en humanos y animales. Existe una modesta relación, pero para nada significativa.
·   Suplementar con CLA en sujetos obesos o con sobrepeso con la intención de perder grasa considerable, tiene algo más de sentido, aunque no hay evidencia suficiente para afirmarlo taxativamente, ya que incluso hay estudios que contradicen dichas afirmaciones.
·    Es, hoy día, uno de los suplementos más sobrevalorados en la industria de la suplementación deportiva. La realidad es que no existen motivos coherentes para llevar a cabo su utilización.

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