Estamos acabando 2018, y lo cierto es que no podemos considerar a la Citrulina Malato un suplemento con evidencia científica avalada, a pesar de la existencia de estudios pasados que sí vieron mejoras del rendimiento y de conocerse, supuestamente, sus mecanismos de acción. De hecho, yo mismo escribí un artículo apoyando la evidencia de la citrulina. La ciencia cambia, todos los sabemos.
Las
recientes investigaciones protagonizadas por Chappell, Farney y da Silva
ponen en serias dudas el
supuesto beneficio ergogénico
predicado
en los últimos años con la suplementación de Citrulina
Malato.
– No se encontraron mejoras de rendimiento en entrenamiento de fuerza en sujetos
moderadamente entrenados con dosis agudas de 8g de citrulina
malato.
– Podrían producirse efectos
positivos en el dolor muscular días
después del entrenamiento.
– Aunque no existe literatura
suficiente para categorizarla como Evidencia C, no podría considerarse de
categoría A, situándola, por ejemplo, en la categoría B o limitada.
– El
ratio “Citrulina:Malato” del
etiquetado (2:1) difería con el analizado, que era de 1’1:1
0 comentarios :
Publicar un comentario